miércoles, 29 de agosto de 2007

Aparece un retablo de la Mare de Déu d’Agres en una fachada de la Canterería

La aparición de un retablo de la Mare de Déu d’Agres en la fachada del número 31 de la calle Canterería de Ontinyent fue todo un hallazgo, puesto que nadie tenía noticias de su existencia. Este descubrimiento, que se produjo mientras de llevaban a cabo los trabajos de restauración tanto de la fachada como de la cubierta de dicho inmueble, suponen una relevante aportación al patrimonio histórico y artístico de la ciudad. En concreto, este plafón cerámico es de finales del XVIII, según estableció un estudio realizado por técnicos del Instituto Universitario de Investigación de la Universidad Politécnica de Valencia, a petición de la concejalía de Patrimonio. Ahora se ha conocido la donación de una subvención de 2.000 mil euros, de los 3.500 que cuesta la actuación. La inversión permitirá su restauración, puesto que, el estado en que se encuentra la cerámica dificulta la visualización completa de todos los elementos, por lo que resulta complicado siquiera realizar una descripción de muchos de los detalles que contiene el retablo e identificarlos. Según explica Filiberto Tortosa, concejal de Patrimonio “la cantidad que se había solicitado es la que el ayuntamiento estimó que podrían costar los trabajos de restauración y que ascendía a 2.600 €, por lo que con esta subvención se cubre prácticamente la totalidad de los gastos”.
El retablo de cerámica encontrado representa a la Mare de Déu d’Agres y se encuentra en la fachada del número 31 de la calle Cantereria de Ontinyent. El descubrimiento de esta pieza supone una relevante aportación al patrimonio histórico-artístico de la ciudad.
Filiberto Tortosa, ha expresado su satisfacción por la obtención de la subvención “que facilitará la restauración de un elemento del patrimonio de Ontinyent. El gobierno municipal va a seguir trabajando en ese sentido para conseguir que la ciudad recupere y mantenga su patrimonio porque es el ejemplo físico de nuestra historia”.
El proceso necesario, tanto para poder reparar las deficiencias que sufre la pieza como para garantizar su conservación, pasa obligatoriamente por la consecución de 3 etapas: retirar el conjunto cerámico con las garantías de seguridad adecuadas, su intervención en un taller de restauración y la posterior recolocación del retablo en la fachada original. El único edil del Bloc Nacionalista Valencià en el Ayuntamiento de Ontinyent, recordó que esta ayuda es fruto de los resultados de la gestión realizada por la anterior concejalía de Patrimonio, de la cual era titular. En este sentido, el actual portavoz nacionalista espera que los actuales responsables del área trabajen “con diligencia para conseguir la recuperación del rico y extenso patrimonio cultural y artístico de nuestro pueblo”. En cuanto al conjunto cerámico, está compuesto por 20 baldosines, dispuestos en cinco hileras horizontales de cuatro baldosas de 20,5 por 20,5 centímetros. La técnica empleada para su elaboración es la pintura cerámica sobre cubierta de estaño, con el repertorio típico de azul de cobalto, amarillo de antimonio, morado de manganeso y verde de cobre. Se trata de un plafón devocional dedicado a la Mare de Déu de Agres, que escenifica el paisaje milagroso del descubrimiento de la virgen por parte de un pastor al que le faltaba un brazo. La composición se organiza a partir de la figura de la Mare de Déu en el centro de la obra. Posa sobre una nube con el niño en brazos. La escena está ambientada en un paisaje campestre, identificándose diversos elementos vegetales. A pesar de su estado, también se reconocen la figura de un pastorcillo junto a un par de ovejas. En la parte inferior, aparece una inscripción que reza: “Ntra Sª. de Agres”, bajo una orla en la que se distinguen las dos manos entrecruzadas con los estigmas de Cristo, que simbolizan el emblema de los Franciscanos, en alusión a la orden que regentaba el Convento. Se trata de un retablo cerámico compuesto por veinte azulejos dispuestos en cinco hileras horizontales de cuatro azulejos y para cuya creación se utilizó pintura cerámica sobre cubierta de estaño.
Temáticamente se trata de un retablo devocional de una Mare de Déu d’Agres. La existencia de estos conjuntos cerámicos con carácter religioso es muy común entre las producciones cerámicas valencianas de los siglos XVIII y XIX y todavía se pueden ver en muchas fachadas de edificios históricos de nuestro entorno.
No existe referencia directa ni documentación conocida que permita datar con exactitud esta obra, pero por el reconocimiento técnico y tipológico se puede saber que se trata de un retablo de finales del siglo XVIII y principios del XIX, incluso contrastando el tipo de inscripción y la composición de la cenefa, se constatan formas trabajadas alrededor de 1790.