martes, 6 de mayo de 2008

La Undef recoge firmas contra la SGAE

-ALEGATO INTEGRO DE LA UNDEF-
Desde julio de 2004 –fecha en la que tomamos las riendas de la UNDEF- hemos intentado renegociar el convenio suscrito en su día con la SGAE, pues entendemos que las tarifas que se nos aplicaba y aplica con dicho convenio eran y son abusivas, tal y como se ha puesto de manifiesto en todas y cada una de las Juntas de Gobierno y Asambleas Generales que hemos celebrado en estos años.
Conviene recordar que el mundo de la Fiesta de Moros y Cristianos, la UNDEF y sus poblaciones adheridas, siempre han mostrado su disposición a satisfacer el canon que la Ley de Propiedad Intelectual contempla. Nunca nos hemos negado a pagar, pues es del todo justo que los autores perciban la contraprestación que intelectualmente les corresponde. Con esa premisa hemos acudido a infinidad de reuniones con los delegados de la SGAE, reclamando una sensible rebaja en las tarifas que nos vienen aplicando, pues las mismas son excesivas y en nada acordes y proporcionales con otras tarificaciones que se efectúan a manifestaciones festivas o festeras distintas a nuestras celebraciones.
Hemos sido pacientes durante cuatro años, aguardando un cambio de actitud en los gestores de la SGAE, algún gesto de complicidad que nos hiciera pensar en que algunas de nuestras demandas serían escuchadas. No sólo no ha sido así, sino que, además, en los últimos meses nos hemos encontrado con unos interlocutores que, amparados en su situación dominante, han esgrimido la prepotencia y la total ausencia de voluntad negociadora como únicas armas, ninguneando y obviando por completo a la enorme y respetuosa masa social que con gran ilusión y trabajo se esfuerzan cada año en sacar a la calle una de las fiestas con más tradición, cultura y calado social de cuantas se celebran en España.
Llegados a este punto, y ante el irrespetuoso muro de silencio que los delegados de la SGAE nos han levantado, creándonos una situación de total indefensión, -y antes de tener que emprender otras acciones más drásticas- no nos queda más remedio que intentar alzar la voz recogiendo la mayor cantidad de firmas posibles, con el único objetivo de presentarlas ante el Ministerio de Cultura, solicitando al mismo que designe un mediador válido para que, de una vez por todas, la SGAE se siente con nosotros con verdadera voluntad de escuchar y negociar, cosa que hasta la fecha no ha sucedido.